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¿Se puede ser adicto al bronceado? Nuevo estudio dice que sí

Por la Fundación contra el Cáncer de Piel Publicado el: 30 de enero de 2018 Última actualización: junio 9, 2021
cama de bronceado

El concepto de usar máquinas para broncearse ha existido desde principios de la década de 1920, cuando se introdujeron los dispositivos de bronceado en el hogar como panacea para varias dolencias. Avance rápido casi 60 años, cuando se abrió el primer salón de bronceado en los EE. UU., iniciando una tendencia que se volvería muy popular durante las próximas tres décadas. Para 2009, había 18,000 salones de bronceado en los EE. UU. En los últimos años, la popularidad del bronceado ha comenzado a debilitarse, ya que el público se ha vuelto más consciente de los peligros que lo rodean. Aún así, a partir de 2016, había casi 9,500 salones de bronceado que atendían a aproximadamente 30 millones de clientes cada año.

La comunidad médica y organizaciones como The Skin Cancer Foundation han estado advirtiendo a las personas durante años que dejen de broncearse. Cientos de ex-bronceadores que se convirtieron en pacientes de cáncer de piel han compartieron sus historias en línea y advirtió a la gente que no cometiera los mismos errores.

Entonces, ¿por qué algunas personas siguen bronceándose? Una nueva investigación confirma que, para algunos, dejar de broncearse no es tan simple.

Según un estudio de 2017 realizado por investigadores del Centro Médico de la Universidad de Georgetown, el 20 % de las mujeres que se broncean muestran signos de dependencia al bronceado. Los investigadores sometieron a 400 mujeres a una serie de pruebas mentales y de comportamiento antes y después de una sesión de bronceado. Aquellos que fueron etiquetados como adictos creían firmemente en los beneficios físicos y de mejora del estado de ánimo que experimentaron después de una sesión de bronceado. Estaban convencidos de que mejoraba su apariencia y actitud, y finalmente los hacía sentir mejor consigo mismos. Sin embargo, una vez que ese sentimiento se desvaneció, los usuarios de camas de bronceado mostraron signos de depresión.

“Comprender por qué las personas se sienten obligadas a broncearse es importante, porque ayuda a los médicos y otros defensores de la atención médica a desarrollar mejores técnicas de intervención que animen a las personas a dejar de broncearse”, dice Deborah S. Sarnoff, MD, presidenta de The Skin Cancer Foundation. “No existe tal cosa como un bronceado UV saludable. Ya sea que esté acostado en la playa o en una cama de bronceado, el daño que sufre su piel puede provocar el envejecimiento de la piel y un cáncer de piel potencialmente mortal”.

Como ocurre con muchas adicciones, esta tiene algunos efectos secundarios muy peligrosos, además de las arrugas prematuras, la piel correosa y la hiperpigmentación. Solo una sesión de bronceado bajo techo antes de los 35 años aumenta el riesgo de melanoma, la forma más mortal de cáncer de piel, en un 75 por ciento. Un estudio que observó a 63 mujeres diagnosticadas con melanoma antes de los 30 años encontró que 61 de ellas (un impactante 97 por ciento) habían usado camas de bronceado.

Al Dr. Sarnoff le apasiona este tema; ella dice que si lo hiciera a su manera, los salones de bronceado bajo techo estarían en contra de la ley. Le pedimos que nos diera algunos consejos para las personas que tienen dificultades para dejar el bronceado:

  • ¡Consigue un bronceado en spray! “Hoy en día existen muchas opciones profesionales y para el hogar que hacen que sea más fácil que nunca lograr un un cuerpo sano brillo bronceado”, dice el Dr. Sarnoff.
  • Ir al gimnasio. Si buscas ese subidón de endorfinas, una sesión de sudor te dará la misma actitud y sensación de bienestar.
  • Evite el diseño. Como señala el Dr. Sarnoff, descansar bajo el sol sin protección no solo es tan malo como usar una cama de bronceado, sino que también puede llevarlo de vuelta por un camino peligroso hacia el antojo de broncearse. Cuando pase tiempo al aire libre, asegúrese de cubrir todo el rostro y el cuerpo con protector solar y vuelva a aplicarlo cada dos horas. Un sombrero de ala ancha y anteojos de sol que bloqueen los rayos UV pueden proteger aún más contra daños, y siempre es una buena idea buscar la sombra.
  • Mantenerse sano. Practique un estilo de vida saludable integral que incorpore ejercicio, comer bien y beber mucha agua. Como aconseja el Dr. Sarnoff: “Cuidar bien tu cuerpo te dará un gran impulso anímico que te hará pensar dos veces antes de hacer algo que no es bueno para ti”.
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